Flandes, la joya de la corona … belga (I): GANTE

Hay ciudades que viven del cuento y otras que parecen sacadas de uno de ellos. Es el caso de la región de Flandes. Hay que sentirla, respirarla y vivirla. Conforme nos adentramos en nuestro olvidado álbum de fotos (o sea un disco duro … se han perdido las buenas costumbres), vamos retomando las sensaciones allí captadas, que no fueron pocas. Revivir el momento se torna emocionante. Explosión de recuerdos que creías no vividos y habías dejado de lado por tu rutina.

Decidimos aterrizar en Bruselas (Charleroi) con low-cost y coger coche de alquiler para dedicarnos a las pequeñas poblaciones ya que no estaba en nuestros planes ir a la capital, que quedaba para futuras ocasiones, como así fue, otro momento mágico que también será contado.

¿Coche de alquiler?. Nos dió por ahí ya que queríamos libertad de movimiento, pero hemos de indicar que la red ferroviaria es tan buena, que no es necesario. Tenedlo en cuenta si vais. Hay mucha cadencia de trenes y a un precio muy razonable, pero tampoco nos arrepentimos, o sí un poco … como luego veréis.

Decidimos alojarnos en Aalter, un pueblo de chichinabo, que no tenía nada de encanto, pero era barato y en situación estratégica, en medio de todo lo que queríamos visitar, dícese, Gante, Brujas, Cortrique y Amberes. El lugar elegido fue un cine que en su parte superior albergaba habitaciones que no estaba nada mal, y por la noche ocurrían películas como en siguientes entregas percibiréis. Nos tocó la habitación de John Wayne. Poco que reseñar de esta ciudad.

Esa noche llegamos y nos fuimos a Brujas para tener una primera toma de contacto. La vista fue nocturna, hacía un frío curioso y no captamos en absoluto lo que esa ciudad ofrece de día. Eso sí, cerca de las navidades, en su Grote Markt, el sarao que había montado era peculiar: mercadillo navideño, pista de patinaje de hielo y unas fachadas iluminadas que quitaban el sentido. En la vieja Europa la navidad tiene otro color.

Un canal cualquiera
¿Un canal cualquiera?

La primera visita seria fue a Gante, y a ella vamos a dedicar esta entrada, cuyo nombre significa «dos ríos que confluyen», el Lys y el Escalda. Su canal principal, que te deja atónito por su belleza, transcurre en el río Lys. Este canal se ubica entre dos puentes y en él «está» el puerto principal de la ciudad donde llegaban los barcos procedentes de Francia con los cereales.

El puente de San Miguel permite contemplar una excelente estampa de la ciudad, la vista de las tres torres alineadas (la iglesia de San Nicolás, en el centro la Atalaya (del s. XIV) y a lo lejos la Catedral de San Bavón. Precioso.

Tres Torres
Las tres torres alineadas de Gante desde puente de San Miguel
Puente de San Miguel
Puente de San Miguel

Un canal salpicado de multitud de casas gremiales, es decir, marineros, panaderos (mercado del grano), comerciantes y prestamistas. Unas fachadas de cuento de hadas, que por la noche, si tienes la suerte de que el canal esté en calma, puedes ver diabluras como ésta, aunque la calidad de la foto no sea la mejor, pero verlo en directo fue algo más que reseñable:

Canal principal
Canal principal Gante por la noche

Este canal principal se encuentra en el Muelle de las Hierbas (Graslei) donde puedes pasarte el día entero admirando la arquitectura lineal y las fachadas de sus edificios, que mezclan varios estilos, Es un entorno mágico el cual te absorbe y te hace muy difícil tu vuelta la realidad.

Además en Gante, son ineludibles los siguientes lugares:

  • Castillo de los Condes, con una fachada radiante.
Castillo de los Condes
Castillo de los Condes
  • Lonja de la Carne, un edificio pintoresco y de madera en su interior.
  • KorenMarket: Epicentro de la actividad lúdica de la ciudad, con su monumental Edificio de Correos.
  • Belfort (Torre del Campanario), donde hay que subir sí o sí para admirar la ciudad a vista de pájaro. La historia del dragón que hay en su cúpula es digna de oírla allí.
Vistas desde Belfort
Vistas desde Belfort: Catedral de San Bavón y al fondo KorenMarkt
  • Catedral de San Bavón:  el retablo de “La adoración del cordero místico“, obra maestra de los hermanos Van Eyck, y un original de Rubens.
  • La espectacular fachada del Ayuntamiento (Stadhuis).
Ayuntamiento
Ayuntamiento (Stadhuis)
  • Monasterio de los Agustinos con su Ángel Exterminador que no deja indiferente y hasta te puede dar canguelo.
Ángel Exterminador
Ángel Exterminador
  •  Paseo por el canal en bote, aunque pueda parecer una turistada, te permite recorrer la parte portuaria de la cuidad con mucha historia y que el guía te irá explicando. Como curiosidad los vecinos tienen puestas pancartas para el cese de esta actividad, según ellos por exceso de ruido de los motores.
  • Bierhuis: Cienes y cienes de cervezas entre las que elegir, fácil de encontrar en el «gran canal».

No ponemos más fotos porque debes vivirlo tú. Un centro de la ciudad que hay que escudriñar con calma y disfrutando de todo lo que veas, aunque se te vaya el tiempo, vale la pena. No es visita para un sólo día, al igual que Brujas. Existe el mito de que pueden visitarse en un día, y sí, lo puedes hacer, pero te pierdes muchos detalles y no alcanzas el nivel trascendental que ambas te ofrecen. Te sales del centro y hay mucho más que ver y normalmente flanqueado por más canales.

Muelle de las Hierbas (Graslei)
Muelle de las Hierbas (Graslei)

En nuestro caso, el destino hizo que volviésemos a Gante el día que nos tocaba Amberes, pero la carretera a veces se torna trágica y vivimos un accidente en directo que nos dio mucho que pensar. Fue un accidente sonado, estuvimos retenidos 2 horas y 45 minutos en la autovía con unas vistas del suceso que nunca hubiéramos querido, al lado de un coche destrozado y volcado en la cuneta, con pista libre para ver el trabajo de atestados, bomberos, ambulancia, las cámaras de televisón, levantamiento de cadáver … es decir todas las tristes fases de un suceso como éste, y todo ello entre trozos de vehículo que íbamos pisando al caminar por la autovía en ese período de tiempo entre guardias y demás que allí trabajaban. Un kaos milmétricamente ordenado.

Trágico Suceso, DEP
Trágico Suceso, DEP

Casi tres horas en las que pudimos ver la volátil de nuestra existencia. Nos quedamos a dos coches del suceso. Mucha suerte tuvimos, descanse en paz el fallecido. Por ello, los vivos tenemos que seguir haciendo el bien y viajando, en nuestro caso, o haciendo lo que a cada uno le haga feliz.

En este vídeo puedes disfrutar de más fotos:

En la próxima entrega de «Flandes, la joya de la corona … belga», hablaremos de Brujas, la cual nos permitirá proseguir con este cuento.

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